Eres un violinista afamado, estas en el concierto de tu vida
en una iglesia ortodoxa, tocando la mejor melodía de tu repertorio y en el
momento más glorioso que pudieras tener, un ringtone de nokia irrumpe entre la
multitud. ¡Ohhh dios!, ¡que drama!, eso le paso al violinista eslovaco Lukas
Kimit. La reacción en el vídeo después de continuar leyendo.
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