No todos los paraísos tienen que estar a la orilla del mar, también
el aire fresco de la selva tiene su encanto, tal es el caso del Ubud HangingGardens Hotel ubicado en el medio de la pequeña isla de Bali, Indonesia. Del que
resaltan sus increíbles piscinas infinitas onduladas, rodeadas por el paisaje selvático. El complejo fue construido sobre pilares de madera por
encima de los campos de arroz. Cada una de las 38 villas cuenta con piscina
privada. Fotos después de continuar leyendo.
Fuente: freshome
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